viernes, 25 de marzo de 2011

RETRASO EN EL DESARROLLO DEL HABLA O DEL LENGUAJE.

Su hijo ya tiene dos años y apenas habla. Dice unas pocas palabras pero, en comparación con otros niños de su edad, usted cree que lleva bastante retraso. Recuerda que su hermana era capaz de hilvanar frases enteras a la misma edad. Con la esperanza de que su hijo se ponga al día más adelante, usted pospone la búsqueda de ayuda profesional. Algunos niños caminan temprano en el proceso de desarrollo y hay otros que hablan muy pronto, se dice. No hay motivo para preocuparse...
Esta situación es bastante habitual entre los padres de niños en quienes el lenguaje se desarrolla más despacio de lo habitual. A no ser que observen retrasos en otras áreas del desarrollo inicial del niño, los padres pueden tener dudas sobre si deberían o no solicitar ayuda profesional. Algunos justifican el retraso del habla de su hijo diciéndose a sí mismos que "con la edad, ya lo superará" o que "a su hijo le interesa más moverse que hablar".
Saber qué es "normal" y qué no lo es en el desarrollo del habla y del lenguaje puede ayudar a dilucidar si usted debería preocuparse o si su hijo está evolucionando correctamente en ambos ámbitos.

Entender el desarrollo normal del habla y el lenguaje

Es importante que en cada una de los exámenes médicos programadas por el pediatra de su hijo hable con él sobre el habla y el desarrollo del lenguaje, así como sobre otros aspectos del proceso evolutivo del pequeño que le preocupen. Puede ser difícil saber si su hijo solo es inmaduro en su capacidad para comunicarse o tiene algún problema que requeriría atención profesional.
Las siguientes normas sobre el desarrollo pueden servirle de guía:

Antes de los 12 meses

Es importante que a los niños de esta edad se les observe a fin de detectar indicadores de que utilizan la voz para relacionarse con el entorno. El balbuceo es una fase inicial del desarrollo del habla. Cuando los bebés crecen (a menudo en torno a los nueve meses), empiezan a unir sonidos, a incorporar las distintas entonaciones del habla y a decir palabras como "mamá" y "papá" (sin entender realmente lo que significan).
Antes de los doce meses, los bebés deberían ser receptivos a los sonidos y empezar a reconocer nombres de objetos de uso común (por ejemplo, biberón, chupete, etc.). Los bebés que observan atentamente su entorno pero no reaccionan al sonido es posible que presenten deficiencias auditivas.

Entre los 12 y los 15 meses

Los niños de esta edad deberían tener un amplio abanico de sonidos en su balbuceo (como p, b, m, d, o n), empezar a imitar y aproximarse a sonidos y palabras emitidos por los miembros de sus familias y típicamente decir una o más palabras (excluyendo "mamá" y "papá") de forma espontánea. Los nombres suelen ser los primeros, como "bebé" y "pelota". Su hijo también debería entender y seguir instrucciones de un solo paso ("Por favor, pásame el juguete", por ejemplo).

De los 18 a los 24 meses

Aunque hay una gran variabilidad, la mayoría de niños dicen unas 20 palabras cuando tienen aproximadamente 18 meses y unas 50 o más cuando cumplen dos años. En torno a esta edad, los niños empiezan a combinar dos palabras en frases muy simples, como "bebé llorar" o "papá grande". Un niño de dos años debería poder identificar objetos de uso común, dibujos de tales objetos, indicar sus propias partes del cuerpo cuando alguien se las señala y seguir instrucciones de dos pasos (como "Por favor, recoge el juguete y dámelo").

De dos a tres años

Los padres suelen presenciar una "explosión" en el habla de su hijo. El vocabulario de su pequeño debería crecer considerablemente (demasiadas palabras para contarlas) y el niño debería combinar de forma sistemática tres o más palabras en frases más largas.
Su comprensión también debería mejorar; con tres años, un niño debería empezar a entender qué significa "ponlo en la mesa" o "ponlo debajo de la cama". Su hijo también debería empezar a identificar colores y a entender conceptos descriptivos (grande frente a pequeño, por ejemplo).

La diferencia entre el habla y el lenguaje

El habla y el lenguaje suelen confundirse entre sí, pero hay una diferencia importante entre ambos:
  • El habla es la expresión verbal del lenguaje e incluye la articulación, que es el modo en que se forman los sonidos y las palabras.
  • El lenguaje es mucho más amplio que el habla y abarca el sistema completo de expresar y recibir información de una forma coherente. Se refiere a entender y ser entendido a través de la comunicación, sea verbal, no verbal o escrita.
Un niño que no reacciona al sonido o que no vocaliza sería un buen motivo de preocupación. Entre los 12 y los 24 meses, otros motivos de preocupación incluyen los siguientes:
  • con 12 meses, no utiliza gestos, como señalar o despedirse con la mano
  • con 18 meses, prefiere comunicarse con gestos, en vez de con vocalizaciones
  • con 18 meses, tiene dificultades para imitar sonidos
  • tiene dificultades para entender comandos verbales simples.

Causas del retraso del habla o del lenguaje

Muchos factores pueden provocar retrasos en el desarrollo del habla y del lenguaje. Los retrasos del habla en un niño que en otras facetas se desarrolla con normalidad pueden estar provocados por problemas orales (relacionados con la boca), como los problemas en la lengua o en el paladar. Un frenillo corto (el pliegue que hay debajo de la lengua) puede limitar los movimientos linguales para la producción del habla